Una casa se convirtió en el nuevo ‘mundo’ para muchas personas en esta pandemia, pero cómo lograr que ese espacio sea de amor y no se convierta en un escenario de distanciamiento entre los miembros de una familia. Aquí le contamos.
Esta situación excepcional que vive el Mundo desde los primeros meses de este año 2020, ha ocasionado cambios significativos en la sociedad, trasformando radicalmente la cotidianidad de las personas y ubicándolas en escenarios casi desconocidos.
Virtualidad escolar, teletrabajo, pico y cédula, confinamiento y cuarentena, son algunos términos que han tomado protagonismo durante estos tiempos de Covid – 19. No obstante, en medio la crisis que se vive lo que más se ha resignificado es el concepto de la palabra: Hogar.
Las familias pasaron de convivir algunas horas al día a estar meses completos viendo a las mismas personas, sin oportunidad de compartir en otro escenario distinto a su casa y poniendo a prueba la estabilidad emocional de cada uno de los integrantes.
El desafío se plantea entonces desde la posibilidad, en medio de la crisis, de reforzar lazos antes perdidos por la llamada hiperactividad del mundo moderno y para ello adaptar un escenario que acoja todas las personalidades en un mismo nido se convierte en la tarea más importante. Aquí algunas recomendaciones:
- Normas de convivencia:
Ahora que todos comparten la mayor parte del tiempo juntos, deje establecidos los espacios de cada integrante del hogar respetando su privacidad y personalidad; y determine las zonas comunes basadas en reglas mínimas de convivencia. Es importante que tenga en cuenta todas las opiniones a la hora de tomar decisiones.
- Retome planes aplazados:
A la hora de organizar las rutinas diarias apuéstele a los planes que algunas veces se pensaron para realizar en familia, pero que por el ‘corre-corre’ diario terminaron aplazados: Cocinar, una fogata en el patio de la casa, maratón de películas, actividad física grupal, entre otras.
- Redistribuya espacios
Realice en familia un recorrido minucioso por la casa que habitan y arriésguense a dividir los espacios en pequeñas áreas, teniendo en cuenta los gustos de cada uno, así obtendrá diferentes ambientes. Por ejemplo, habilite zonas de silencio para darle paso a la lectura, otra exclusiva de juegos y una para eventos y parrilladas.
En conclusión, la división espacios les ayudará a no agobiarse y el mejor pago a su creatividad será una sonrisa de sus seres queridos.